2.
El reloj digital de la consulta le indicó que era hora de volver a casa cuando al cambiar de las 19:59 a las 20:00 horas la suave alarma que imitaba el sonido de un río fluyendo, ya que era lo suficientemente relajante como para que el paciente que estuviese con ella no se sobresaltase al escucharla si estaba en medio de alguna sesión o terapia de inducción neuronal, le hizo apartar la vista del ordenador. Sin embargo, aquella tarde había terminado antes que de costumbre, por lo que se había puesto a indagar a través de internet lo que estaba ocurriendo en la ciudad porque había escuchado comentar no solo a sus compañeros de trabajo, sino también a sus pacientes, que desde hacía un par de meses habían comenzado de nuevo las extrañas desapariciones que todo el mundo adjudicaba a los patrulleros de Hydra, quienes se encargaban de “aleccionar” a todos los que estuviesen en contra del nuevo régimen político que habían establecido. Y, tal y como temía, lo que encontró a través de las diferentes páginas y redes sociales no era muy alentador. De hecho, algo en su interior le dijo que debía de tener cuidado con su propio trabajo y ser más discreta ya que últimamente habían pasado por su consulta demasiadas personas que querían protegerse de la altísima manipulación que se llevaba a cabo en los colegios ya que los profesores trataban de inducir a los niños y adolescentes ideas pro Hydra para que se uniesen a sus filas aun siendo menores de edad. Y, por ese mismo motivo, muchos padres asustados acudían a ella recomendados por otros para proteger las frágiles mentes de sus hijos porque no querían que acabasen empuñando las armas, y menos aún para un régimen en el que no creían.
Continue reading →